Conclusión: Es sintetizar brevemente los puntos más relevantes y brindar el conocimiento discutido en el texto completo, pero tenga cuidado de no repetir lo que ya ha escrito ¡evite la repetición! O agregar nueva información que no haya sido mencionada antes.
El propósito de esto no es dejar a los lectores con finales sin resolver, sino descubrir por qué el texto es importante para ellos y dejar una impresión duradera en ellos.
En la vida real nos pasa esto: los mejores recuerdos vienen de un final feliz. Solo cuando miras tu propia vida puedes ver los recuerdos con más emociones y detalles que serán inolvidables para toda la vida.
Llevando esto a otro nivel, lo mismo ocurre con actividades como la escritura y la lectura. El lector, espera finalmente obtener una buena impresión y aprender, de modo que pueda buscar más contenido de la misma especie.
Como redactores de contenido (en nuestro caso), siempre estamos en la búsqueda de construir un texto que satisfaga al lector y despierte en ellos simpatía e interés.
Un error que se presenta comúnmente en la escritura es, tratar de impresionar en el inicio, desarrollar una trama interesante, pero muchas veces la conclusión deja mucho que desear.
Por eso, en este artículo te vamos a brindar algunas pautas y otros consejos para que puedas elaborar una conclusión de forma correcta y que los lectores queden satisfechos con tu escritura.
Cómo hacer una Conclusión
¿Qué es una conclusión?
Muchas de las personas creen que una conclusión consiste en elaborar un resumen del tema que ha sido expuesto, pero en realidad eso no funciona así, la conclusión no se trata de repetir las ideas, sino que, debemos de hacer un énfasis en la idea principal del texto.
La conclusión tiene la finalidad darle al lector una última explicación del porqué de los resultados que se han adquirido, recordarle el por qué es tan importante todo lo que ha sido expuesto, dejar una huella memorable en cada uno y dejarle la puerta abierta hacia otros temas y otras posibles áreas de interés a ser abordados próximamente, pero que se encuentren ligados al aporte proveniente de tu escrito.
¿Qué aspectos hay que tener en cuenta?
Una conclusión comprende tres fases fundamentales: propósito, problema y posibilidad.
Propósito:
En primer lugar, tenemos que esclarecer al lector todas las dudas posibles que se encuentre relacionado con el tema que ha sido desarrollado.
O sea, te basas en todos los puntos más importantes, demostrando la manera en la que lograste solucionarlos. Esto contribuye a que el lector no se olvide qué o cuáles fueron los puntos de mayor relevancia dentro del escrito.
Problema:
Tras haber abarcado todos los puntos más destacados, tienes que demostrarle al lector que el texto que acabo de leer, ofrece una solución de verdad. ¿Y esto cómo se hace? Acentuando la idea magna del escrito, eso que buscabas demostrar.
Posibilidad:
El conocimiento no es algo que pueda cerrarse con un punto final, por el contrario, esta se construye de forma indefinida y el texto que estás proporcionando, solo es un aporte acerca de un tema con mayor amplitud.
En cambio, la conclusión incita al lector a que siga teniendo ganas de querer conocer más, y esto puedes lograrlo haciendo un claro llamado a algo que deseas que el lector realice.
Por ejemplo, invitalo a que agregue otros datos, ya sea en forma de comentario o sencillamente que aplique lo aprendido, con la finalidad que pueda comprobar aquello que tú le has enseñado por medio de tu artículo o escrito.
Tanto la introducción como la conclusión son dos puntos de igual importancia. A continuación, te presentaremos una lista de aquellos elementos que no pueden estar ausentes en la culminación de cada uno de tus escritos.
- Centrarse en los tres Ps: estas son el propósito, problema y posibilidad.
- Resaltar la idea central: cerciórate de estar acentuando la idea central del escrito.
- Hacer un resumen de los puntos más importantes: desglosa los puntos de mayor relevancia, exponiendo la forma en que la lectura resolvió el problema.
- Adquirir una llamada de atención: la finalidad es que el lector esté encantado y comprometido con tu escrito.
- Crea expectativas: céntrate en la búsqueda de persuadir al lector al momento de leer acerca de un tema o asuntos relacionados.
- Destaca los aspectos favorables: enséñale al lector cómo puede aplicar aquello que ha aprendido.
El texto tiene que presentar coherencia desde el inicio hasta el final, con respecto al tema y en cuanto a su estructura. Ten en cuenta que cada frase debe de motivar al lector a que siga leyendo, centrando toda su atención desde el título del escrito.
3 pasos para redactar una conclusión correctamente
1- Redacta una oración de apertura
No caigas en los clichés que se utilizan comúnmente, por ejemplo, “Para concluir”, “En conclusión”, entre otros. Total, el lector ya sabe que vas a concluir tu tema, por lo que es recomendable que uses términos como “Finalmente”, “La evidencia que ha sido expuesta con anterioridad demuestra que”.
2- No caigas en repeticiones
Bien sabemos que tenemos que abarcar los puntos más destacados, pero eso no quiere decir que tienes que aburrir al receptor reiterando la misma información de manera resumida.
Puedes usar frases como “Por las razones que”, “Debido a” o “Como puedes notar”, y de esa manera constituyes una relación entre los conceptos sin que necesites volverlas a reiterar y puedas terminarla de forma más creativa.
3- Deja una impresión duradera
Las impresiones duraderas son esas que quedan grabadas dentro de la mente del lector hasta inclusive después de haberlo leído completamente.
Esto puedes conseguirlo concluyendo con advertencias, formulando preguntas provocativas, haciendo una llamada de atención o pidiendo resultados, entre otros más.
¿Qué tan extensa tiene que ser una conclusión?
En cuanto a la extensión de la conclusión, este depende de muchos factores como por ejemplo, a la clase de público al que va dirigido, a la clase de texto al que apuntas o también a la intensidad de la información que expones.
Si ponemos como ejemplo este artículo, el cual se trata de un escrito de carácter educativo para una página web que alberga alrededor de 1000 a 1500 palabras, unos dos párrafos son más que suficientes para la longitud de la conclusión.
En cambio, si se trata de una investigación, ya sea una tesis, ensayo o un estudio de mayor profundidad, se considera que la conclusión pueda abarcar alrededor de 1 y 4 páginas.
Para tener en cuenta:
Una conclusión SÍ debe:
- Acentuar la importancia de aquello que buscas comprobar.
- Repasar las ideas más relevantes.
- Sembrar una motivación por seguir pensando acerca del tema.
- Invitar a hacer una acción en base a sugerencias.
Una conclusión NO debe:
- Agregar nuevos datos a la conclusión.
- Reiterar todo aquello que ya has mencionado con otros términos.
- Exponer nuevos argumentos.
- Ser repetitivo.
- Demostrar incoherencia acerca del tema que desarrollaste en la estructura.
- Demostrar poca confianza cuando presentas la idea central.
11 ejemplos de conclusiones que puedes utilizar
– Conclusión que retoma de la introducción
Este es tipo de conclusión que se utiliza habitualmente, plantéate la siguiente situación: has redactado un escrito acerca de la moda, en donde afirmaste en la introducción que, en la estación que se aproxima lo ideal es vestirse con prendas coloridas. En donde la introducción sería algo así:
“Teniendo presente que en la próxima estación la tendencia amerita vestirse con prendas de varios colores (haciendo alusión al dato importante que has expuestos con anterioridad), podemos estar expectantes a ver looks alegres e intensos en los meses que se aproximan”.
– Conclusión con pregunta
Otra de las maneras en la que lo puedes realizar es formulando una pregunta, aplicando un tono desafiante para incitar a tu receptor y encaminarlo a que realice una acción. Esto puedes emplearlo en textos informales, por ende, siempre hay que tener en cuenta a quién va dirigido nuestros escritos.
– Conclusión con conjunciones
Aquellas conjunciones como “por lo tanto”, “en suma”, “de esta forma” y otras más, son excelentes alternativas para establecer una conexión entre el desarrollo y la conclusión. Así también, las conjunciones son prácticas al momento de unir las ideas de un texto, dejando el contenido de una manera más fluida y organizada.
– Conclusión con análisis/sugerencia
Algunas clases de textos solicitan una opinión más firme por parte del escritor. Si se trata de tu caso, la conclusión es el espacio ideal para que expongas un rápido análisis, hasta inclusive puedes dejar alguna que otra sugerencia para aquel que está leyendo.
Por ejemplo:
Después de aprender todas estas técnicas para concluir tus textos, la práctica es lo más recomendable siempre, ¡la manera más efectiva para perfeccionar tu forma de escribir es escribiendo!
– Conclusión predictiva
Esta clase de conclusión expone un pensamiento acerca del futuro, basándose en los hechos que ocurren actualmente. O sea, realiza suposiciones teniendo presente las tendencias del presente.
– Conclusión con anécdota
Finalizar la idea central con una anécdota permite traer de vuelta la idea principal del escrito, haciendo uso de la fantasía e imaginación del lector. Resulta bastante útil cuando tiene como finalidad dejar un recuerdo memorable.
– Conclusiones con cortas afirmaciones
Una conclusión con afirmaciones permite profundizar las ideas más resaltantes, exponiendo el verdadero desenlace por medio de una frase que queda como un eco para lo que se ha desarrollado anteriormente.
– Conclusión reflexiva
Esta clase de conclusión, por medio del interrogante, trae aquellas reflexiones que no han sido resueltas, en donde los problemas que no han sido resueltos quedan abiertos a hipótesis sobre el futuro. El fin de este método es que el lector siga pensando acerca del tema desarrollado.
– Conclusión con cita
Haz mención de frases de personas reconocidas, siempre y cuando vaya relacionado con tema abordado, ya que ésta le proporciona una mayor autoridad y podemos expresar la conclusión del tema mediante una fuente increíble de conocimiento.
– Conclusión con solución de problema
En este sitio el problema principal (o se sugieren soluciones) expuesto en el escrito se resuelve, informando de forma adecuada las resoluciones que puedan ser aplicadas y afecten de forma significativa la conclusión.
– Conclusión con analogía
Realizar una conclusión incluyendo analogías puede constituir al final una relación entre el tema desarrollado y una situación que puede ser contener ciertos parecidos con este.
Conclusión acerca del tema desarrollado
Una conclusión solamente nace cuando la experiencia y la búsqueda de información es producto del propio conocimiento. A esta hay que imprimirle la misma fuerza que se le da a la introducción o al cuerpo del escrito.
Así como el propósito de cada frase es la de animar al lector a que siga con la lectura, la conclusión es la encargada de cerrar con broche de oro todo aquello que querías exponer para que el receptor crea en ti y en el trabajo que has elaborado.
También te puede Interesar: ¿Cómo hacer una Infografía en Word? Titulo, Fuentes y Más
La conclusión está basada en pasos sencillos y aplicables, el cual consiste en transmitir lo aprendido en base a los escritos que se ha redactado.